Todo proyecto, sea del tipo que sea, implica tres elementos: una propuesta de hacer o conocer algo, unos medios para llevarlo a cabo y un producto o realización que puedo evaluar y mejorar. Es, por lo tanto un proceso, válido para cualquier momento, edad y situación vital. http://www.concejoeducativo.org/article.php?id_article=85
miércoles, 9 de mayo de 2012
IMPORTANCIA Y REFLEXIÓN DE LOS PROYECTOS EDUCATIVOS
No podemos olvidar que el proyecto es un fin en sí mismo sin preocupar excesivamente que se cubran todos los contenidos, donde los tiempos previstos son siempre aproximados, los errores se valoran satisfactoriamente y que implica, en gran parte, un cambio de actitud por parte del profesorado, una actitud de escucha atenta a su alumnado.
Que el profesorado de Educación Infantil consiga interiorizar esta forma de trabajar, resulta un proceso largo que, por supuesto, como cualquier aspecto que afecte a la práctica diaria del aula, requiere en un principio de una fuerte motivación para introducir los primeros cambios, pero también, sin ninguna duda, una formación y asesoramiento específico para ello.
La motivación por el cambio aparece, normalmente, en el momento en que en el aula el profesorado toma conciencia de una situación problemática, de algo que les incomoda y desean solucionarlo, de que lo que tienen no se corresponde con lo que se desea.
En los últimos años, cada vez se dan más casos entre el profesorado de E. I que abandonan los tradicionales libros o guías de texto proporcionadas por diferentes editoriales especializadas por no encontrar, a través de estos recursos, todas las secuencias de trabajo que considera deseables para proponer a su alumnado.
La búsqueda de soluciones se produce sobre todo en personas especialmente sensibles a los problemas, personas creativas y con iniciativa, con ilusión y con cierto respaldo en la institución. Son las personas las que transforman un problema en un proyecto, deciden su finalidad y justifican su interés y utilidad.
Podíamos preguntarnos ahora qué tipo de formación es la más idónea para inculcar en el profesorado de Infantil el Trabajo por Proyectos como principal organizador del trabajo en el aula cuando éste es demandado de forma específica como necesidad formativa prioritaria o, simplemente, cuando se solicita ayuda para realizar cambios metodológicos por no satisfacerle lo que hace en su práctica cotidiana. Cualquier proceso de formación debe fundamentarse en unos principios básicos:
○ aprender investigando.
○ conectar conocimientos previos con nuevas informaciones.
○ aprender mediante reflexión y resolución de situaciones problemáticas de la práctica.
○ aprender en un ambiente de colaboración y de interacción y elaborando proyectos de trabajo conjuntos.
Desde mi punto de vista, creo que es importante que el profesorado entienda, desde sus conocimientos previos, el sustento teórico del trabajo por proyectos en este caso, es decir, que comprenda qué beneficios le aporta tanto al alumnado como al propio profesorado, por qué se producen y de qué forma.
http://www.enclavedocente.es/?p=177
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Esta muy bien que el profesor sepa enseñar innovando, pero sin que esos cambio afecten a la enseñanza de los pequeños.
ResponderEliminarUna entrada muy completaa :)